Casi un mes después del inicio de la campaña de la renta son muchos los contribuyentes que ya han recibido las devoluciones que les correspondían, pero otros tantos se enfrentan a pagar una cifra que este año, con la crisis económica que está provocando el Covid-19, parece más elevada que nunca. Aquellos cuya declaración resultó positiva, es decir, a pagar, y optaron por abonarla mediante domiciliación bancaria pueden pagar el importe total o fraccionarlo en dos cuotas, del 60% y el 40%, sin intereses. En ambos casos, la primera fecha a tener en cuenta es el 30 de junio, mientras que si fraccionaron el importe, la segunda cuota llegará el 5 de noviembre. Cabe recordar que a esta segunda opción también se pueden acoger quienes no domiciliaron el pago, pero tendrán que acudir a una entidad a realizar el ingreso.
Ante la situación actual, de una reducción generalizada de los ingresos de los ciudadanos ya sea por haberse visto afectados por un ERTE, un recorte de plantilla o, en el caso de los autónomos, haber tenido que cesar su actividad ante la caída de los ingresos o las medidas de confinamiento decretadas por el estado de alarma, asumir estos pagos será complicado para muchos contribuyentes.
El sindicato de técnicos de del Ministerio de Hacienda (Gestha) ha solicitado a la Agencia Tributaria una prórroga hasta finales de septiembre del cierre de la campaña de la renta (frente al 30 de junio actual). De esta forma, además de facilitarse los trámites, pues el confinamiento dificultará la atención al ciudadano, también se modificarían las fechas de pago. Por el momento, no ha habido ningún cambio, algo que sí ha sido aprobado por las Haciendas forales de Gipuzkoa y Álava, donde la atención presencial se amplía hasta después del verano.
Aplazar hasta un año
Los contribuyentes tienen otras opciones para que la declaración de la renta afecte en menor medida a su economía. Como en campañas anteriores, la AEAT permite dividir el pago en hasta 12 meses con un interés del 3,75% anual, prorrateado en función de los meses que solicite fraccionar el pago, siempre que el compromiso con el fisco supere los 1.000 euros. Si no alcanza esta cifra, podría fraccionarla en los meses que desee, pero la cuota no podrá ser inferior a 30 euros al mes.
Por último, si la deuda es de más de 30.000 euros, el contribuyente podrá dividir el abono hasta en tres años, en caso de tener un aval bancario, o hasta en dos años, si ofrece un inmueble como garantía.
Fuente: Cinco Días