El Ministerio de Hacienda habilitará una mesa de diálogo con las principales organizaciones de autónomos para liquidar el controvertido régimen de módulos del Impuesto sobre la Renta vigente en la actualidad – que muchos profesionales tributarios observan como un nicho consentido de fraude fiscal – y facilitar la transición de los cerca de 400.000 profesionales y autónomos que aún continúan adscritos a este sistema hacia un nuevo régimen fiscal, cuyas condiciones y requisitos se determinarán en ese foro de negociación en el que también es probable que haya representación de expertos.

El departamento que dirige María Jesús Montero está decidido a revisar en profundidad el Régimen de Estimación Objetiva (módulos), al menos en su actual configuración, y ve con buenos ojos que el asunto se sustancie en una mesa de diálogo con las organizaciones representativas de los colectivos más afectados por la medida y a la luz de las aportaciones de expertos en ese ámbito. Así se le trasladó a las organizaciones de autónomos más representativas a finales del año pasado en sendas reuniones con la secretaria de Estado de Hacienda, Inés Bardón, y con el director de la Agencia Tributaria, Jesús Gascón, según señalan fuentes conocedoras de esos encuentros. Desde entonces no ha habido nuevos contactos sobre el particular, ni se ha convocado la mesa general que reúne a las organizaciones de autónomos y a la Agencia Tributaria, ni se ha avanzado en la configuración de la mesa, lo que ha hecho que desde el ámbito de los autónomos se haya tomado la iniciativa y se hayan dirigido sendas cartas al director general de la Agencia Tributaria y a la ministra de Hacienda para activar lo antes posible el diálogo sobre este asunto. «Todos estamos de acuerdo en que no queremos una prórroga más del sistema actual. Si se quiere cambiar el sistema para 2022 el diálogo tiene que empezar ya», dicen desde una de las organizaciones más representativas del colectivo.

El controvertido régimen de módulos del Impuesto sobre la Renta – que permite a determinados profesionales liquidar sus obligaciones fiscales anuales con una cantidad fija que se establece en función de una serie de parámetros ‘objetivos’ – vive una singular situación de transitoriedad desde el año 2018. Ese año debería haber entrado en vigor la tercera fase de la reforma del sistema emprendida por el exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que preveía la reducción del umbral de exclusión del sistema  de 125.000 a 75.000 euros para los profesionales que facturan a otros profesionales y de 250.000 euros a 150.000 euros para los que facturan al consumidor final.  Las cuentas realizadas en su día por el Gobierno estimaban que ese ajuste sacaría automáticamente del sistema a 200.000 de los algo más de 300.000 contribuyentes adscritos a este régimen.

Las objeciones planteadas entonces por la organización profesional ATA aconsejaron al Gobierno de Mariano Rajoy dilatar un año la entrada en vigor de ese nuevo umbral y posteriormente al de Pedro Sánchez a hacer lo mismo. En 2019, sin embargo, el Ministerio de Hacienda tomó cartas en el asunto y puso la reforma del sistema de módulos encima de la mesa de negociación con las organizaciones de autónomos. La sucesión de convocatorias electorales paralizó la iniciativa y la temprana irrupción de la pandemia este año 2020 han prolongado de nuevo la situación.

En el ínterin, Hacienda adaptó el marco fiscal durante la pandemia para que los contribuyentes del régimen de módulos que así lo quisieran no quedaran cautivos de la cuantía fija trimestral que les obliga a pagar este régimen y pudieran de forma transitoria tributar en 2020 por sus ingresos reales, ante el desplome de la actividad por la Covid-19. La idea ahora es retomar el asunto donde se dejó en 2019 y abrir una negociación que permita superar el actual régimen de módulos de cara ya a 2022.

Una negociación nada sencilla

La mesa no lo va a tener nada fácil. Las organizaciones representativas del colectivo de autónomos parten de diagnósticos de situación bien diferentes. Mientras que UPTA y Uatae abogan por la liquidación definitiva del sistema y la generalización de régimen de tributación en función de los ingresos, ATA aboga por una transición más progresiva que garantice una ‘adaptación suave’ a una serie de colectivos como los transportistas.

«Eliminar el régimen de módulos de un año para otro pondría en una situación muy difícil a miles de autónomos y profesionales. Es necesario garantizar que se hace una transición moderada desde el Régimen de Estimación Objetiva hacia los sistemas de estimación directa», aseguran desde ATA. La organización integrada en CEOE aboga por un repliegue progresivo del actual régimen fiscal, acompañado de incentivos fiscales para que aquellos contribuyentes que quieran vayan ‘pasándose’ a la tributación en función de los ingresos y, eso sí, con una garantía por parte de la Administración que ese cambio no se traduce en unas mayores cargas administrativas para los autónomos y profesionales.

El modelo que defiende ATA pasa por abandonar el planteamiento de Montoro de estrechar el régimen de módulos a través de los umbrales de renta y aboga por sacar del mismo a los profesionales y pequeños empresarios que facturen a otros profesionales; mantenerlo aunque sea de forma transitoria para los que facturan al usuario final, y crear un nuevo régimen específico para los 128.000 transportistas ‘moduleros’, adaptado a las singularidades de su actividad económica.

El modelo implicaría, asimismo, la revisión de los actuales ‘módulos’, que vinculan el pago de impuestos a elementos como la factura contratada, la superficie del local o el número de trabajadores y que la organización valora como obsoletos; y la implantación de obligaciones de información para los contribuyentes que quisieran continuar en el régimen de estimación objetiva para exorcizar las sospechas de fraude que pesan sobre el mismo. En este sentido, plantean, por ejemplo, la obligación de que los profesionales en módulos realicen todas sus operaciones a través de una única cuenta bancaria a cuyos movimientos tendría acceso la Agencia Tributaria.

Desde UPTA abogan directamente por su derogación. Consideran que se trata de un sistema injusto, cuya presencia en el marco fiscal no tiene justificación y que debe eliminarse porque, en su opinión, ampara situaciones de competencia desleal. «Los módulos son un sistema que tiene que desaparecer porque es injusto y poco solidario. Si un negocio es viable en el régimen de módulos, pero no es viable en estimación objetiva la cosa está clara: es que no es viable», recalca Eduardo Abad, presidente de UPTA.

UPTA sostiene que, lejos de la fama que arrastra, el régimen de módulos no es positivo para la mayoría de los autónomos sino que condena a buena parte de ellos a competir en desigualdad. El sindicato entiende que el régimen no se puede prorrogar ni un año más y que su eliminación del sistema fiscal es urgente.

Fuente: La Información