La reforma tributaria incluida en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año 2021 está a punto de restar atractivo a la denominada ley Beckham, la regulación tributaria impulsada durante los años en que el famoso futbolista jugaba en el Real Madrid y cuyo objeto es atraer talento a España. La regulación fiscal que rige sobre determinados trabajadores desplazados, particularmente habitual entre directivos y profesionales altamente cualificados, se verá afectada por el nuevo incremento sobre el tipo marginal a las rentas más altas, minando su empuje frente a los planteamientos de países vecinos como Portugal, Francia o Italia.
La modificación en ciernes, de hecho, ha comenzado a llevar a las multinacionales a preguntar a las grandes consultoras por destinos alternativos fiscalmente más competitivos, desvelan en KPMG.
Como resultado, un residente con una renta de 800.000 euros pagaría en España 358.907 euros en impuestos, mientras que en Francia (con un marginal del 48% desde 250.000 euros) abonaría 340.353; en Portugal (53% desde los 250.000) pagaría 405.199 euros y en Italia (43% desde 75.000 euros) tributaría 357.385 euros, según los cálculos de la consultora. Es decir que el gravamen español no sale mal comparado del aplicado por el resto de sus vecinos.
Fuente: Cinco Días